Lectores

El Clave bien temperado

Parte 6. El clave bien Temperado. Libro II. 16


Desde lo alto del monte
—El clave bien temperado. Libro II—

Desde lo alto del monte, contemplo tu figura
en marcha y me sonrío afortunado.
La presencia de un niño inspira un verso
y canto un arrullo de sonidos limpios.
Mi voz suena feliz;
dichosa y suave
en el espacio abierto como el viento.
Me escucha mi pasado muerto,
reflejo de este próximo futuro al que caminas,
corazón, de nuevo.

ORLA

“Su espíritu estaba tan embebido, acaparado por su arte que, a veces yo tenía la sensación de que no nos veía, ni nos oía, como si no existiéramos, aunque nunca dejaba de tratarnos con bondad. Pasaba unos momentos horribles cuando le veía sentado en su sillón, rodeado por mí y por nuestros hijos, entregados a nuestras ocupaciones y sin embargo, presentía que estaba solo por encima de nosotros; junto a nosotros y, no obstante, solo, como abandonado. (…). Los grandes son siempre solitarios, por eso son grandes y están emparentados con el Altísimo.”

(“La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach”).