Mi voz, tu voz, su voz son nuestra
voz…
—El Arte de la fuga—
—El Arte de la fuga—
La inquietud de la duda, como un yugo,
se proyecta en el centro de la noche,
no sólo a mí me pesa y me impacienta.
A mi pregunta, tú respondes siempre,
a tu duda se escucha la respuesta vecina,
tan rápida en la ayuda.
a tu duda se escucha la respuesta vecina,
tan rápida en la ayuda.
El sonido de las certezas se hace armonía,
decrece la duda que conduce a la melancolía.
decrece la duda que conduce a la melancolía.
Es la certeza intuida en el pasado:
mi voz, tu voz, su voz son nuestra voz…
mi voz, tu voz, su voz son nuestra voz…
Única voz repleta de matices,
sílabas poliédricas,
como sueños dorados de futuro.
sílabas poliédricas,
como sueños dorados de futuro.
Voz sumergida en alas sin extremos.