Lectores

El Clave bien temperado

Parte 6. El clave bien Temperado. Libro II. 9


Presto emprendo veloz vuelo a tu caza
—El clave bien temperado. Libro II—

Presto, emprendo veloz vuelo a tu caza.
Prestidigitador de tus sonidos,
percibo tu llamada sin estruendos
en el silencio del alba.
Ya parto, marcho, raudo voy sin pausas.
Presto hallaré la forma de alcanzarte,
presto veré tu sombra en lontananza,
presto hollaré la senda de tus pasos
marcados con la traza de una hoja.
Dar a la caza alcance es mi trabajo…

ORLA

“Su espíritu estaba tan embebido, acaparado por su arte que, a veces yo tenía la sensación de que no nos veía, ni nos oía, como si no existiéramos, aunque nunca dejaba de tratarnos con bondad. Pasaba unos momentos horribles cuando le veía sentado en su sillón, rodeado por mí y por nuestros hijos, entregados a nuestras ocupaciones y sin embargo, presentía que estaba solo por encima de nosotros; junto a nosotros y, no obstante, solo, como abandonado. (…). Los grandes son siempre solitarios, por eso son grandes y están emparentados con el Altísimo.”

(“La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach”).